La labor social de los vigilantes de seguridad

A menudo tenemos una imagen sesgada sobre los vigilantes de seguridad. La figura de estos profesionales casi siempre asociada al término seguridad no acaba de ser del todo completa y mucho menos justa.

Un vigilante de seguridad ha tenido que prepararse durante mucho tiempo para poder ejercer su trabajo, ha tenido que superar las pruebas de la Dirección General de Policía que le capacitan para ejercer su profesión y posteriormente debe estar permanentemente reciclando sus conocimientos para poder desempeñar su función consecuentemente en determinados enclaves.

Un profesional de la seguridad no solo está preparado para defender o defenderse, también forma parte de su importante cometido en la sociedad, ayudar a ancianos o personas discapacitadas dentro de su entorno de trabajo como por ejemplo en hospitales, organismos públicos, supermercados y en definitiva en servicios de pública concurrencia. Cuántas veces hemos recurrido a ellos para que nos indiquen la dirección de una dependencia en un edificio o recinto, cuántas veces son los primeros en llegar al lugar de un accidente y atender a las víctimas mientras esperan una ambulancia que ellos mismos han solicitado, cuántas vidas han salvado aplicando sus conocimientos de primeros auxilios, un torniquete o una reanimación.

LOS VIGILANTES DE SEGURIDAD MEJOR CUALIFICADOS

Levantina de Seguridad, consciente de la importancia social que supone la labor de vigilancia, desarrolla cursos de formación y preparación en su uso a sus vigilantes de seguridad.

Si recomponemos nuestros esquemas mentales y no nos dejamos llevar por denostados arquetipos, valoraremos mucho más la labor de este colectivo que arriesgan su integridad cada día por defender los intereses de todos.

Gracias, señores vigilantes.

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